El 23 de marzo de 1929 se publicó el pliego de condiciones para la realización de un concurso de elección de los terrenos para desarrollar el aeropuerto civil de Madrid. El concurso se cerró el 15 de abril y a él se presentaron cuatro propuestas: Carabanchel Alto, Getafe, Vallecas y Barajas, aceptándose finalmente esta última propuesta realizada por Rogelio Sol Mestre. Los terrenos seleccionados consistían en una extensión de 493 fanegas situadas a 12 km de Madrid. La compra de los terrenos se firmó el 30 de julio de 1930 por un valor de 730.000 pesetas.
El 23 de julio se convocó un concurso para la redacción del proyecto del nuevo aeropuerto, habiéndose presentado siete proyectos distintos. El jurado del concurso (compuesto por diferentes profesionales civiles y militares) seleccionó la propuesta del ingeniero marqués de los Álamos y del arquitecto Luis Gutiérrez de Soto. Las obras comenzaron nada más tener disponibles los terrenos, empezando por la habilitación de la zona de aterrizaje y la instalación de un aerofado de recalada (primera ayuda a la navegación aérea con la que contó el aeropuerto). El 14 de abril de 1930 se autorizó a las compañías CLASSA, CETFA, CASA y CEA a instalarse en el aeropuerto. Se abrió al tráfico aéreo nacional e internacional el 22 de abril de 1931, aunque las operaciones comerciales regulares tardaron dos años en comenzar a realizarse, pues el aeropuerto aún seguía en obras. Junto al campo de vuelos se construyó una pequeña terminal, con una capacidad para 30.000 pasajeros anuales, además de varios hangares y el edificio del Avión Club.
El primer director del aeropuerto fue Jacobo Armijo y Fernández de Alarcón.
El aeropuerto se proyectó para sustituir a los de Alcalá, Carabanchel y Getafe, y para ello se seleccionó una pradera baldía en el noreste de la capital en el entonces municipio de Barajas (que posteriormente fue absorbido por Madrid) de 500 fanegas, con buenas comunicaciones con la capital a través de la carretera de Francia (la actual A-2) y en una zona deshabitada y libre de obstáculos. El proyecto se encargó al arquitecto Luis Gutiérrez Soto y al ingeniero Marqués de los Álamos.
El aeropuerto se empezó a construir en 1927. La primera línea regular la estableció la compañía Líneas Aéreas Postales Españolas (LAPE) con su línea a Barcelona. En los años 30 se crean los vuelos internacionales. Al estallar la Guerra Civil Española, LAPE suspende su plan de vuelos. Durante la contienda se realizan servicios bélicos y de transporte civil con París, Barcelona y la zona norte. Una vez terminada la guerra, el 1 de mayo de 1939 Iberia trasladó sus equipos desde Salamanca a Madrid-Barajas.
Originalmente, el campo de vuelos era un gran círculo bordeado de blanco con el nombre de Madrid en su interior, sin pavimentar, formado por suelo natural cubierto de hierba. Finalizada la Guerra Civil, se inicia el programa de expansión del aeropuerto en los años 40, con la creación de la sociedad Aeropuertos Transoceánicos Españoles (ATE). Se pavimenta el campo de vuelos y se diseñan nuevas pistas, la primera de las cuales entra en funcionamiento en 1944 (la 15-33) y contaba con 1,4 km de longitud y 48 metros de ancho. Al finalizar la década el aeropuerto posee tres pistas, ninguna de las cuales existe en la actualidad.
(Wikipedia)
Informacion facilitada por Wetterzentrale, INM, Universidad de Karlsruhe, Eumetsat, Intellicast, SAT24.com Weatheroffice, Weather Channel, WSI, US Navy, US Air Force, NOAA-NWS y Turbulence Forecast.